Reímos por no llorar, las paredes se caen y las promesas
siempre se rompen antes de cumplirlas, los amigos cambian, todos cambiamos en
realidad y el tiempo nunca para y los ojos hablan y las ilusiones las creamos y
las rompe otro, miramos atrás con nostalgia y hacia adelante con miedo, y las
escaleras a veces no terminan nunca y los abrazos curan corazones rotos y la
musica es magia y soñamos sin dormir y extrañamos algo siempre y las noches se
hacen infinitas y vivimos constamente buscando algo que no sabemos que es,
esperando un choque, si es que llega.
lunes, 23 de abril de 2012
domingo, 1 de abril de 2012
Se nos hace corto el tiempo cada vez que el corazón se embala.
Eso de que el tiempo nos hace fuertes y valientes no es más
que otro invento fallido de quizás algún idealista estúpido, pero no es verdad.
El tiempo nos hace sentir cobardes, nos hace quedarnos quietos, estancados, nos
impide avanzar, ayuda a que nos acomodemos en la impotencia, a que creamos que
no es necesario nada más. El tiempo es cruel y si bien es cierto que a veces es
necesario, puede destrozarnos. La clave es avanzar, aunque sea a base de medios
pasos, que no siempre se pueden dar enteros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)