Por lo menos lo intento...

De las 24 horas del día que hay... me paso las 23 horas haciendo de mi cabeza un gran embrollo de razones por las que aún es necesario seguir pensando en ti, me da que eres fruto de mi alimentación de comidas de cabeza o algo así. He llegado a una conclusión fácil pero dura y asquerosamente vergonzosa.. la verdad es que creo haberme enamorado de ti. Creo no, es la verdad. Porque si te soy sincera, ni estas ganas de encontrarte en una tarde lluviosa son un poco normales y esto es más que irracional.

No sé si tu sientes algo, no te pido que me lo digas, porque ya está, ya creo que acaba..., pero, si me paseas de vez en cuando por tu corazón. Si algún día te despiertas diferente y al llegar a una calle ves a alguien dándole un abrazo a otra persona y te acuerdas de nuestro abrazo... si lo haces... me pierdo algo grande y si no lo haces, lo suponía.

La hora restante del día... me dedico a crear 50 mil millones de razones por las que no he de seguir esta comida de tarro. Esa hora es extraña porque me comporto como soy pero no demuestro ser. Todos tenemos una parte oscura, yo no la dejo ver, los demás sí. Los demás... Tú, ahora, o dentro de poco estarás en el contexto de los demás. Debe de ser algo raro, pasar de ser el protagonista a formar parte de todos lo demás...

Pero miento.

A veces creo que nada de esto tiene sentido. Que no tiene sentido que pasen las horas y los días y siga escribiendo, que no tengo porque seguir aquí recordándote palabra por palabra qué es lo que siento.. Y sinceramente no se porque me pasa esto, no se porque al recordarte se me acelera el corazón, no se porque te recuerdo. Y no logro entender porque sigues en mi cabeza cuando prometí dejarte con mis teorías. Cuentan que cada persona tiene su camino con desviaciones y tal. En un momento determinado, el destino se encarga de dejar en ese camino un paquete. Un paquete que tenemos que aceptar con sus más y sus menos, para llegar con él hasta el final. Pero existen casos en los que el paquete empieza a pesar demasiado y ahí es cuando debes decidir si deshacerte de ese paquete o seguir con él y con lo que venga. Tu y yo tenemos un problema (entre tantos). Cuando tú pasas de mi, yo estoy colgada por ti. Y cuando yo paso de ti y trato de olvidarte, tú, vuelves y destruyes mis planes. Es automático, es jurar algo y tu, venir y destruirlo. Pero ya está no puedo más esto se hace demasiado pesado. Quiero decir que, ahora, tengo la intención de hacer de esto una historia. Y me cuesta, porque no quiero hacer de ello precisamente un pasado. Pero si no lo hago yo, tu no lo harás y no se porque, pero es que no tiene sentido, no hacemos absolutamente nada, ni avanzamos  ni lo dejamos atrás. En todo momento te quise, es más, te quise en un pasado, te quiero en un presente y lo más posible es que te querré en un futuro. Te quiero ahora, ahora y siempre. Porque para mi, querer es eso, algo que no se puede controlar, algo que no tiene ni tiempo, ni límites, algo valioso. Algo, que deseaba, que pensaba y tenía planeado decirte sin quitar mis ojos de los tuyos. Pero después de infinitas teorías, decido dejar de esperar ese día. Dejar de esperar un llamada o un simple te quiero. Te dejo al margen, esto se me hace demasiado raro como para que me guste. Te agradezco todo lo que me has hecho pasar, y creo que has sido mi récord. Mi gran récord. Quiero que sepas que estaré aquí siempre. SIEMPRE.

Tu Amiga 

Decirte ahora que te quiero, sería la más oscura de las mentiras...

Te Amo.

Pd. Espero que encuentres a tu princesa.